Gurasoentzat kezkagarri suertatzen den gauzetako bat da ohean pixa egitea. Beste gauzen artean haurrari adin batetik aurrera lotsa ematen dion zerbait delako eta haren bizitza soziala mugatzen duelako. Baita guraso horri enbarazu egiten diolako ere, maindireak garbitu, arropa aldatu eta batzuetan gauaren erdian esnatu behar delako. Sarritan hori izaten da psikologo batengana joateko arrazoietako bat. Zorionez gaueko erreka horiek beraien sintoma efektua egiten dute eta atzean zer dagoen ikusteko aukera ematen digute. Seguir leyendo «Gaueko errekak»
Categoría: Psicología niños/ adolecentes
Las nuevas tecnologías son uno de los grandes avances de nuestra época. Avance que se ha dado a una velocidad inmensa con un crecimiento y cambio en los últimos diez años que nada nos hacia imaginar entonces que podríamos llegar a vivir como lo hacemos en este momento.
Y, ¿cómo influye este avance tecnológico en las familias? De muchas formas. Por un lado es evidente que las nuevas generaciones van a tener y lo tienen ya con poquísimos años (solo hay que fijarse en como niños de pocos años cogen el móvil de sus padres y son capaces de manejar algunas de sus funciones con enorme destreza) un manejo que muchos adultos no son capaces de alcanzar incluso con meses de practica ante un nuevo aparato tecnológico . En este sentido, y como ha ocurrido en momentos anteriores de la historia, los hijos son expertos frente a sus padres en este área. El problema quizá, y a diferencia de lo que ha podido ocurrir en otros campos en momentos anteriores, es que la alfabetización digital y tecnológica es tan cambiante y rápida que los hijos dejan atrás a sus padres aunque estos se esfuercen por conocer y aprender cómo funciona el mundo digital.
Por este motivo, no hay que desesperarse y darlo por perdido dejando de lado este mundo virtual que a muchos adultos es todo un territorio por conocer. Y es que, aunque nuestros jóvenes sean expertos y no vayamos nunca a alcanzar dicho nivel, no tienen las capacidades y la madurez para hacer un uso adecuado y discriminar que contenidos son apropiados para ellos.
Es muy importante que exista un interés y una comunicación constante alrededor de las nuevas tecnologías, y lo es ya que la forma de relacionarse de nuestros hijos es a menudo a través de estas, principalmente de las redes sociales.
Hay que intentar que los peligros inherentes al uso de Internet y todo lo que nos puede proporcionar, no dificulte la comunicación y nos aísle del resto de miembros de la familia. En ese sentido, el esfuerzo de los padres debe ser mayor puesto que el interés que estos pueden tener sobre el uso de estas tecnologías es muy diferente al que pueden tener sus hijos. No podemos pretender aislar a nuestros hijos del uso de estas tecnologías, sino que hay que fomentar el buen uso de las mismas. No hay que temer a “internet” como la fuente que puede hacer accesibles a nuestros hijos contenidos que de otra forma nunca lo serian para ellos, puesto que hoy en día es imposible tener un control real sobre ello, y puesto que esto supondría que fomentaríamos su aislamiento e impediríamos un crecimiento para ellos fundamental en este tiempo. Es importante asimismo entender que el cambio también se produce puesto que así como en generaciones anteriores las nuevas tecnológicas (TV, videojuegos) eran usadas como parte del ocio de nuestros jóvenes, hoy ocupan muchas más parcelas de sus vidas (y de las nuestras) y no se limitan solo a este.
Por tanto, ¿como podemos hacer frente y educar a nuestros jóvenes en un uso adecuado?.
- Comunicación: igual que nos interesamos de las personas con las que nuestros hijos se relacionan en el mundo “real”, debemos hacerlo por las personas con las que lo hacen en el mundo “virtual”. Mostrar interés por los contenidos que observan, cuelgan y comparten nos puede dar muchas pistas sobre ello. Ser curiosos, utilizando en ocasiones como estrategia “nuestra inutilidad” y su calidad de expertos para ser instruidos por ello en el manejo de estas herramientas. Este colocarles como maestros nos puede dar opción a poder hablar sobre lo que “pasa en internet”, de forma que podamos ir abordando la forma de nuestros hijos de estar en el mundo virtual, como nos mostramos en las redes frente a como lo hacemos en el cara a cara, que exponemos y mostramos en ellas frente a lo que no lo hacemos en la realidad, que imagen queremos y nos quieren dar, que se nos intenta vender, etc.
- Conocer un manejo básico de las herramientas que usan y como impedir que puedan acceder a contenidos inadecuados mediante el uso de controles parentales, envolviéndoles a ellos claramente el porqué de la necesidad de utilizar estos. Control como forma más de las muchas que tenemos de cuidarlos y protegerlos. Que de la misma forma que les advertimos sobre los peligros de la vida real y de exponerse a determinadas situaciones (consumos de drogas, frecuentar determinados ambientes, como han de manejar sus relaciones afectivo sexuales, etc) también han de protegerse de determinadas personas o situaciones en las que pueden verse inmersos en las redes sociales.
- Es importante implementar normas de uso: cuando, como, de qué forma y para qué. Las normas son importantes en el desarrollo, y este es un nuevo aspecto en el que debemos estar atentos del uso que hagan y de controlar que no pueda convertirse en un uso abusivo. Estas normas, igual que otras deberán ir cambiando, y fundamentalmente en la adolescencia deberán ser más negociadas que impuestas puesto que de lo contrario podremos conseguir el efecto contrario a lo deseado como una respuesta de rebeldía ante las mismas.
- Somos modelos. Y es que de la misma forma, también en esto debemos preocuparnos del ejemplo que damos a nuestros hijos. En este sentido, habrá que reflexionar cuando trasladamos a nuestros hijos las normas de uso de determinadas tecnologías o la critica hacia la utilización que hacen estos, que uso hacemos nosotros, ya que de lo contrario estaremos cayendo en una incoherencia y no hay cosa que pase mayor factura.
- Actitudes, valores y responsabilidad. Hay que reflexionar sobre la inexistencia de códigos éticos en los contenidos que existen en la red. En este sentido es muy importante trabajar valores y actitudes frente a lo que pueden encontrarse en el mundo digital de cara a que los jóvenes aprendan a ser buenos ciudadanos y aprendan a tomar sus propias decisiones. Finalmente a que sean responsable frente a lo que hagan, tengan delante a la persona, o entre ellos y un tercero exista una pantalla de por medio.
Leticia Antequera Marcos,
Psicóloga y terapeuta familiar y de pareja.
La espontaneidad es un elemento fundamental en el Psicodrama, corriente terapéutica que desarrolla J.L. Moreno. Para Moreno la espontaneidad es el acto puro, imprevisible y que expresa la personalidad del individuo.
La espontaneidad es la esencia de la vida y TODOS TENEMOS ESPONTANEIDAD. Al nacer la espontaneidad se expresa libremente pero conforme el niño crece va asumiendo conservas culturales que coartan su espontaneidad. Las conservas culturales son las normas y rutinas establecidas en la sociedad, todo lo que se nos transmite a través de la educación. Algunas de estas normas son especialmente dañinas para nuestra espontaneidad como las que implican lo que «está bien» o lo que se debe hacer. La conserva cultural es lo contrario del acto espontáneo, es actuar frente a una situación con una respuesta aprendida.
La espontaneidad es la respuesta de la persona a una situación nueva o la respuesta nueva a una situación vieja. Cantar una canción aprendida de una forma vivencial y nueva es un acto espontáneo, que nos aporta algo nuevo a los que la escuchamos y al que la canta.
Tal y como decíamos al principio, todos somos espontáneos, de niños nuestra espontaneidad se expresa libremente. No sentimos vergüenza ya que no conocemos los códigos culturales que rechazan una conducta (lo que se supone que debemos hacer en una situación). El niño experimenta sus actos espontáneos en cada situación, por ejemplo se le ocurre ponerse un embudo en la cabeza ya que seguramente no sabe para qué sirve y aunque lo sepa nada le impide decidir que también puede ser un sombrero.
De adultos debemos aprender a NO TENER MIEDO a nuestra espontaneidad. Permitirnos ser libres y expresarnos. Podemos comenzar con un pequeño juego en el que de forma consciente y plena nos exponemos a una situación permitiéndonos ser espontáneos acudimos a una tienda, a un gimnasio, etc sin miedo a lo que podamos hacer, a nuestras respuestas en la interacción con el otro. Sin coartar el encuentro con los demás.
¿Te atreves a probar?
Almudena Ibáñez,
Psicóloga de aultos y 3ª edad.
Especialista en Psicodrama.
Sí, quiero decir silla de castigo y no silla de pensar o rincón de pensar. Puede parecer un tanto chocante para quienes tienen en mala estima los catigos. Y es precisamente a esas personas a quienes les han dicho que los castigos no son educativos, que son de otra época, y es mejor optar por otras formas menos “agresivas” de educar a un niño o niña. Y actualmente la silla de pensar o el rincón de pensar se ve como una manera de hacer reflexionar a una persona menor con un método inofensivo, moderno y educativo.
Kontatuidazu berriro! Zenbat aldiz entzungo genuen esaldi hau. Guk txikitan esan genuelako edo guri haur batek esan digulako noizbait. Seguruenik historiaurretik datorren esaldi bat da, esaldi oso oso zaharra. Gure transmisio kulturalean ahoz kontatzen direnak belaunaldiz- belaunaldi transmititzen joan dira eta ikaskuntzak eta oroimen kolektiboa hala mantentzen joan dira. Eta ipuinek zein garrantzi dute, ba? Haurtzaroari buruz ari bagara, guztia.
Cuando oímos la palabra “duelo” tendemos a pensar que es proceso que sucede tras la muerte de una persona cercana. Y asi es, pero solo en parte, ya que el proceso de duelo puede desencadenarse ante multitud de pérdidas. Perdidas que forman parte de la vida, incluso en lo cotidiano, y que suponen siempre un dolor físico, emocional y/o conductual.
Históricamente las personas menores de edad han sido vetadas de la asignación de derechos, ya que éstos se han ido concediendo de manera elitista, según el género, la raza, la edad o la especie animal. Costó mucho que se reconociera que las y los niños son seres humanos que tienen unas necesidades específicas y unos derechos que deben ser protegidos por encima de cualquier cosa. No fue hasta 1924, después de la Primera Guerra Mundial, donde se reconocieron oficialmente los derechos infantiles con la Declaración de Ginebra.
Lo mismo ha ocurrido con la psicología, las y los niños no han gozado de una psicología propia, y menos aún de una psicología clínica específica. Seguir leyendo «Cuando las niñas griten»
Es evidente que ahora mismo nuestros hijos e hijas viven con todo el tiempo de ocio que disponen ocupado. Es algo que ha ido cambiando con el tiempo, bien porque la presión que ejerce la sociedad de que tienen que ser hij@s perfectos ha ido creciendo, bien porque los deberes escolares y el sistema de aprendizaje de la mayoría de las escuelas se ha vuelto más exigente en cuanto a tiempo y esfuerzo o bien porque las madres y padres tienen que mantener a sus hij@s ocupados mientras trabajan. Seguir leyendo «Actividades extraescolares excesivas»